miércoles, 11 de noviembre de 2009

Separacion de Basuras...


Se les explica a las estudiantes que el método más fácil para separación de basuras, el cual consiste en asignarle a cada cesta de basura un color el cual representa determinado material.

Después mediante tingo-tingo-tango se selecciona a la niña que pasara y se pondrá un guante y escogerá cualquier objeto que este depositado allí y lo colocara en la bolsa de basura correspondiente al tipo de material que tenga le objeto que cogió.

La Semilla Perdida...


Contamos un cuento:

Pablo vivía en una casa que tenía un bonito jardín decorado con muchas flores. Algunas todavía eran semillas que tenían que crecer.

Una de ellas, sin saber cómo, se había salido de la tierra y se encontraba sola, al lado de una fuente. Cada día que iba pasando, la semilla se estaba poniendo enferma ya que no recibía más que unas gotitas de agua de vez en cuando, que caían de la fuente. Así nunca podría crecer ni llegar a ser una bonita flor como todas las demás semillas.

Un día que Pablo estaba jugando en el jardín, vio la semilla y pensó que lo mejor sería llevársela a casa y cuidarla para que se pusiese fuerte como sus amigas. Cogió un pequeño semillero (que son como macetas pequeñitas para semillas), lo llenó de tierra y metió a nuestra amiga abrigándola con la tierra con mucho cuidado. Después buscó un lugar soleado y ventilado y colocó el semillero. Todos los días, cuando Pablo se levantaba, iba a mirar su semillero y si la tierra estaba seca le ponía un poco de agua. A los pocos días empezó a salir una pequeña ramita verde, que cada vez crecía más rápido.

Pero su mayor asombro y su gran alegría fueron que un día al levantarse vio que de la ramita verde salía una pequeña flor que le miraba como sonriéndole. Desde ese día la semilla que ya se había convertido en planta, nunca estuvo triste, porque sabía que tenía un gran amigo que le daba cariño y que siempre cuidaría de ella.

Una vez contado el cuento el profesor entablará un diálogo con los niños:

¿Porqué estaba triste la semilla?, ¿Qué hizo Pablo cuando la vio?

¿Cómo la cuidaba? ¿Qué paso al pasar los días?

El profesor proporcionará a los niños semillas de plantas de crecimiento rápido, cada uno sembrará su semilla, en un semillero o vasito de plástico y cuidará de ella.


Animales...

Las Plantas...

Colorín, colorado, esta planta se ha envenenado


Se comenta con los niños:

Hoy nuestra mascota me ha comentado que tenemos que tener mucho cuidado con los alimentos y el agua que tomamos. Si la tierra está sucia o el agua está envenenada con productos contaminantes, los animales y plantas que viven en ese lugar se envenenarán y nosotros al comerlos, también podemos envenenarnos y enfermar.

Vamos a realizar un experimento para que entiendas mejor lo que ocurre.

Necesitamos:

Un vaso con agua

Témpera o colorante

Una rama de apio

Cada niño cogerá un vaso con agua y echará la témpera o colorante e introducirá la rama de apio. La dejamos a la vista de los niños, al final del día cada niño observa y comenta ¿qué ha pasado?…

El apio ha cambiado de color porque se ha tomado el agua que estaba contaminada, ahora el apio también lo está.

Si echamos basuras a los ríos y lagos, esa agua se envenenará y se envenenarán las plantas y los animales que se alimenten de éstos.


A comer Frutas...


Pediremos a los niños que traigan de casa una fruta.

Cada niño mostrará la fruta que ha traído y dirá cómo se llama.

Los niños olerán los distintos frutos, compararán sus tamaños, sus texturas. Preguntaremos a los niños si saben cuáles proceden de árboles y las que proceden de plantas, etc.

El profesor comentará con los niños lo importante que es la fruta en nuestra alimentación, con lo cual encontramos una razón más de la necesidad de cuidar y respetar las plantas.

Los niños se lavarán las manos y con la ayuda del profesor pelarán la fruta y la cortarán en trocitos. Probar cada fruta y con el resto preparar una macedonia.

Varios niños que designe el profesor irán a la cocina del centro y le pedirán a la cocinera por favor, si les puede dejar unos vasos o bols de plástico y cucharitas.

Una vez en la clase los niños servirán y repartirán la macedonia en los recipientes de forma que todos sus compañeros puedan probarla.

Cuando terminen, los niños limpiarán cada uno su recipiente y su cuchara y los devolverán de nuevo a la cocinera dándole las gracias.

jueves, 16 de julio de 2009

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Los árboles tienen una clara adaptación al cambio climático, según pone de manifiesto un estudio de la Universidad de Barcelona publicado en la revista Climatic Change. El trabajo, elaborado por Octavi Planells y Emilia Gutiérrez, directora del Grupo de Dendroecología del Departamento de Ecología de la Universidad de Barcelona (UB), junto con investigadores del Deutsches GeoForschungszentrum, en Potsdam (Alemania), apunta al hecho que unas condiciones ambientales limitadoras pueden forzar la sincronización del crecimiento de los árboles con el clima y entre éstos.
Las conclusiones de esta investigación no sólo tienen implicaciones ecológicas, "sino que también tienen repercusiones de cara a la dendroclimatología, al demostrar que las condiciones ambientales que favorecen el crecimiento de los árboles no son siempre las mismas, no son constantes". El estudio muestra una posible fuente de error que se debería tener en cuenta para reconstruir climas pasados, "ya que es posible que los anillos de aquellas épocas no reflejen las mismas condiciones ambientales favorables para el crecimiento de los árboles en la actualidad", afirma Planelles, investigador del departamento de Ecología de la UB.
El estudio se ha realizado con ejemplares de entre 120 y 300 años de pino negro y pino rojo de dos bosques próximos entre sí, en Tejeros y Vinuesa (ambos en Soria). Los investigadores estudiaron tres tipos de variables de los anillos de crecimiento (el grosor y las medidas isotópicas de carbono y oxígeno estables). El trabajo ha demostrado que existen diferencias entre la información que aporta cada una de las variables, de forma que el uso de isótopos estables puede ser un buen complemento en los estudios de dendroclimatologia clásica basada en el análisis de los anillos de los árboles, afirman los investigadores.
En este sentido, se ha constatado que algunos factores climáticos que limitaron el crecimiento de estos árboles del Sistema Ibérico a principios del siglo XX han sido substituidos por otros distintos a lo largo de las últimas décadas, cuando las condiciones de crecimiento han sido más restrictivas, especialmente a causa del cambio climático (aumento de temperatura y menores lluvias durante los meses en los que más crece el árbol). Este hecho ha provocado que los árboles sincronizasen sus patrones de crecimiento, tanto respecto a la anchura de los anillos como a la composición química.
¿Los resultados obtenidos quieren decir que son falsas las reconstrucciones climáticas realizadas hasta ahora a partir de los anillos de madera? "No. Sencillamente, significa que en la estimación hay una cierta fuente de error que se debe tener en cuenta, incluso cuando se utilizan isótopos estables para reconstruir el clima. Algunas reconstrucciones puede estar desviadas, pero no todas, ni muchos menos", aclara Planells.
Los anillos de crecimiento registran todo tipo de acontecimientos ambientales puntuales (desde incendios a tempestades y plagas) con una precisión anual. De su estudio se encarga la dendroclimatología, disciplina que también permite estudiar periodos climáticos, cambios ambientales y procesos más complejos y difíciles de medir como la evolución del clima. La dendroclimatología establece relaciones entre series dendrocronológicas y series climáticas para describir qué variables atmosféricas favorecen o limitan el crecimiento de árboles en periodos concretos. Una vez identificadas estas relaciones es posible hacer el camino inverso y valorar los fenómenos meteorológicos de épocas pasadas sobre los que no existen registros instrumentales.
La dendrocronología no sólo se aplica en reconstrucciones climáticas, sino también en multitud de otros campos: desde la datación de maderas antiguas de edificios, barcos y obras de arte a estudios geomorfológicos de aludes, desprendimientos o terremotos o estudios de las perturbaciones ambientales sobre los árboles (incendios, plagas, erupciones volcánicas) o del retroceso de los glaciares.